La reina de las princesas

Se nos fue la Princesa Leia…

Crecí en un mundo en el que todas las niñas queríamos ser princesas. No creo que fuera casual el hecho de que quisiéramos ser princesas, y no reinas. Estoy segura de que era algo predeterminado de nuestro mundo patriarcal machista, haciendo que nuestra ambición quedara reducida a ser una segunda en la línea de poder.

La uniformidad en nuestro sueño de ser princesas era aterradora: todas queríamos llevar vestidos de colores pasteles (curiosamente, las reinas solían vestir de colores fuertes), con cancanes y volantes, lazos ridículos y tacones incómodos. Las princesas eran siempre delicadas, de voz dulce y modales exquisitos. Había por ahí un cuento particularmente espantoso, en el que se identificaba a una porque su piel era tan delicada que notaba un guisante bajo una pila de colchones. Y, ya para rematar, las princesas además rara vez lo eran por derecho propio. Normalmente lo eran por matrimonio. Así que nuestras heroínas eran dobles segundonas, por debajo de un rey, de una reina, y de su propio marido. Y por supuesto, aunque eran protagonistas de los cuentos, siempre lo eran de una historia en el que eran rescatadas por un héroe, toda su felicidad final recaía en la acción de un hombre.

Así crecimos. Queriendo ser esos seres etéreos e inútiles. Hasta que llegó ELLA. Ella era una princesa clásica total: hermosa, delicada, con vestidos blancos vaporosos y un peinado extraño. Y el cuento además empezaba como cualquier cuento de princesa que se precie: la raptaban, pedía auxilio y la rescataban. Pero en seguida se notaba que ella era distinta. Para empezar: desde el primer minuto desafiaba al Malo Malísimo de Darth Vader (¿se podía ser mas malo que Darth Vader??), y la habían raptado porque era parte protagonista en un plan para acabar con el Jefe del Malo Malísimo. Por supuesto que era distinta: en un plisplas, se ponía a regañar a sus salvadores («estos rescates hay que planearlos mejor»), cogía un arma y se ponía en primera línea a disparar.  A partir de ahí, no dejó de superarse a sí misma: siempre en la vanguardia, parte activa de todos los planes, sin perder el sentido del humor, el carácter y, lo más importante, sin dejar de ser princesa en ningún momento. Y cuando se enamoró, no se enamoró de un Príncipe Encantador, sino de un golfo adorable, al que convertía (esa parte del cuento sí que era un poquito clásica, pero se la perdonamos). Y encima, ¡era preciosa! Ese bikini sensual con el que estrangulaba a Jabba the Hutt, seguro que las lesbianas adultas de hoy, se iniciaron con ella.

Gracias a ella, las niñas que crecimos en un mundo en el que había que ser princesas, tuvimos un modelo distinto de princesa. Una princesa independiente, fuerte, valiente, decidida. Nos mostró un camino distinto, nos enseñó que nuestros sueños podían ser mejores. Todo en plena época de Reagan, cuando nadie podía ni imaginarse que una mujer pudiera presentarse a Presidenta de los EEUU. Luego llegarían princesas más modernas, hasta las de Disney se adaptaron, y ahora lo que pega es dar mensajes modernos a las niñas. Pero no sé si sirve de mucho porque las tiendas de juguetes siguen teniendo una sección aparte color de rosa, y el modelo de las chicas de hoy es Miley Cyrus, que para quitarse la etiqueta de adolescente pazguata se quitó toda la ropa. Qué gran mensaje. No es de extrañar que haya adolescentes criadas en Occidente que se dejen convencer de que irse a Siria a ser esclavas sexuales de un barbudo con turbante, es lo máximo.

Por eso, Princesa Leia, hoy te estoy llorando a lágrima viva. Te lloro como se llora a un familiar cercano. Porque tú fuiste la Reina de las Princesas, y hoy, nos dejas un vacío que ninguna princesa de Disney podrá llenar.

Hasta siempre, Alteza. Descansa en paz. Y que la Fuerza te acompañe.

Princesa Leia

2 Comments

  1. Amparo Manzano Arenas - 15 enero, 2017

    Buenas noches,

    La verdad es que me encanta el artículo. ¿Sería la Princesa Leia la precursora de un Princesado Postmodern0? ….
    En este plan, recuerdo a Carrie FIisher haciendo de una parodia de su personaje en la mítica «Blues Brothers».

    Salud y Fuerza, amigos,

    Amparo Espia Modelo.

    • Bronte - 15 enero, 2017

      Gracias querida compi! Era una princesa postmoderna tal cual! Y se me había olvidado la parodia, voy a ver si la encuentro en YouTube 😉

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