La verdad (criminal) sobre los chilenos

Vale, sigo entregada a mi nueva misión en la vida, que es contarle a los chilenos, y ya de paso al mundo mundial en general, la verdad sobre ellos mismos. Misión que ha generado algunos recelos entre mis amigos chilenos, pero que aceptan finalmente, porque comprenden que no puedo rechazar los designios de Zeus. Pues bien, en las últimas semanas he tenido la oportunidad de adquirir nuevas enseñanzas sobre este pueblo, que a continuación me apresuro a compartir…

Todo ha venido con mi designación como jurado dentro de un concurso de cuentos policiales. Esto vino por una serie de actividades que el Centro Cultural organizó hace unos años, bajo la dirección de un predecessor mío, y que hizo que ganáramos un gran prestigio dentro del mundo de la novela negra en Santiago. Cuando vino la petición de integrar el jurado, decidí aceptar por tanto, y la verdad es que está siendo divertido e interesante, aunque confieso que en estas últimas semanas, frente a la pila de los 369 cuentos que se presentaron finalmente, he tenido varios ataques de arrepentimiento profundo. A mí me gusta mucho el genero policial, porque es un genero muy escapista (esto de estar concentrado preguntándote quién narices es el asesino te ayuda a evadirte de los problemas), pero por otro lado, es uno de los géneros más conectados con la realidad cotidiana del momento, un buen relato «negro» siempre incluirá referencias reales actuales. Así lo dije en una entrevista que me hicieron en Radio Usach (y que para desolación de mis fans, no está en la web), comenté que me apetecía ver qué detalles de lo cotidiano incluían los escritores amateurs… pues bien 369 cuentos después, he adquirido importantes lecciones de los chilenos…

1. La obsesión por los descuartizados:

Lector, si por una desgracia es usted asesinado en Chile, asuma que hay grandes probabilidades de que además sea descuartizado. 87 cuentos con descuartizados dan fe de ello. Y nada de magias, descuartizados con el serrucho de toda la vida. Esto de ir paseando por la calle y encontrarte un pie parece que es de lo más normal…

La historia criminal local es prueba de ello: son varios los casos, me hablan mucho de uno especialmente famoso, el del Descuartizado de Puente Alto, porque al parecer los trozos fueron apareciendo cada día, y la gente ya se sentaba a ver el telediario haciendo apuestas sobre el miembro que tocaba. Pero hay otros, el caso de las Cajitas de Agua, en donde los trozos aparecieron en los filtros para residuos del río Mapocho (las «cajitas de agua»), y que permitieron que todo Chile supiera que la victima tenía gonorrea antes incluso de que se pudiera identificarlo (no me hagan decir a partir de qué parte del cuerpo se dedujo esto…), otro de una mujer que mató al novio que la maltrataba, metió el cuerpo descuartizado en una maleta, que luego se dejó en un taxi (provocando al taxista curioso el susto de su vida a continuación), y otro especialmente sórdido, en el que un torso fue confundido por una señora de un asentamiento, con un pernil de cerdo, y para cuando apareció la policía, la gente en el campamento ya se estaba haciendo unos bocadillos…

2. Poco romanticismo:

Y bueno, parece que hay que asumirlo, Neruda fue la excepción, este pueblo es poco dado a los romanticismos… nada de historias de amor, solo descuartizados, violaciones, abusos, estrangulamientos y envenenados… yo les recomendaría que leyeran a Christie o a Camilleri, para que vieran que un policía resolviendo un caso puede experimentar intensas emociones amorosas al mismo tiempo, pero nada, apenas alguna referencia, un tímido forense enamorado en secreto de una detective, nada más…

3. Las sonrisas aquí también delatan:

En España hubo un caso muy sonado de un adolescente que mató a sus padres y la policia lo descubrió porque sospecharon al verlo esbozar una sonrisa en el funeral… algo similar ocurrio aquí con la protagonista del caso del Martillo de Medea, la peluquera Jeannette, que se vengó de la infidelidad de su marido con una cantante de rancheras matando a martillazos a los hijos, y la policía empezó a sospechar en los primeros momentos, con un marido destrozado llorando a gritos mientras ella lo miraba con una sonrisa de Mona Lisa… el horror en los escenarios domésticos no conoce fronteras…

4. Al final, los malos pagan:

En el Hollywood de antes, las películas de gangsters tenían que terminar siempre con los malos en la cárcel, la censura imponía finales ejemplarizantes para la sociedad. Como en las novelas de Agatha Christie. Luego llegó Hannibal Lecter, dejando feliz a una audiencia tras dejar claro que se iba a comer (literalmente) a su psiquiatra, y ya todo degeneró, ahora uno no sabe muy bien quién es el malo en las historias criminales. Menos mal que nos quedan siempre Montalbano y Wallander como referentes morales, pero fuera de eso, todo es un lío…

Chile se mantiene conservador en ese aspecto, aquí los malos todavía son castigados. Yo creo que no llegan a 5 los cuentos en los que el criminal no es convenientemente atrapado al final.

5. Y la policía es buena:

Y siguiendo con ese orden moral, los chilenos confían en que su policía, más tarde o más temprano, encontrará al criminal de turno. Y eso está muy bien, qué quieren que les diga, que la sociedad no tenga muchos casos con detalles de corrupción policial a los que hacer referencia.

Pero quizá por eso el imaginario popular no olvida el caso los carabineros Topp Collins y Sagredo, los dos últimos ejecutados en el país, acusados de varios homicidios y violaciones que aterrorizaron la Viña de Mar de mediados de los 80, y sobre el que aún pende la duda de si no tuvieron un cómplice más, un heredero de buena familia, cuyas pruebas incriminatorias podrían haber sido amañadas para encubrirlo…

En fin, que ya tengo mis cuentos favoritos seleccionados, a ver qué opina el resto del jurado…

6 Comments

  1. Anónimo - 2 octubre, 2013

    Me gusta mucho tu blog lo leo siempre , no dejo mi mail por que no es gmail , gracias por lo que escribes saludos

  2. Anónimo - 1 diciembre, 2013

    Una acotación, la asesina que dejó a su novio en la maleta era una prostituta extranjera

  3. Bronte - 2 diciembre, 2013

    Las gracias a ti por leerme!

  4. Bronte - 2 diciembre, 2013

    Hmmmmmm, o sea, que es verdad criminal sobre otro país…?

  5. Ana Cruz - 22 noviembre, 2016

    Hola, me interesan mucho los casos que cuentas en el punto 1. ¿Sabes dónde puedo encontrar más información?
    Gracias 🙂

    • Bronte - 8 diciembre, 2016

      Hola Ana: ante todo, gracias por leerme. Mira, yo llegué a estos casos a partir de los cuentos, pregunté y mis amigos me contaban que sí, que eran casos conocidos, y googleé sobre algunos, pero no tengo ninguna fuente concreta en la que encontrar más detalles. Quizá te pueda ser útil echarle un ojo a los cuentos. Lamentablemente, no he encontrado en línea el volumen de los ganadores del primer año, pero sí del segundo, y algunos de los casos se repiten, igual te ayuda
      https://issuu.com/pdi_chile/docs/cuentos_web

      No dejes por favor de contarme si encuentras tú más por ahí. Un saludo y suerte!

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