Espia de la NSA: estás ahí?

Querido espía de la NSA: tú me conoces, muy bien asumo, aunque esto de que hable tan deprisa y de que mezcle vocablos españoles, rioplatenses y chilenos supongo que no te lo debe poner muy fácil. Pero me conoces, vamos, y creo que es hora de que yo te conozca a ti también…

Vale,desde que se que tengo un espía de la NSA analizando mis llamadas y mi facebook, vivo sin vivir en mí. Un portavoz de la NSA declaró algo así como que no es una violación de la intimidad sino sabes que te están violando la intimidad. Yo estoy super de acuerdo: he vivido tranquila hasta que me he enterado que tengo un espía de la NSA acechándome, y desde entonces, lo tengo claro: debo conocerlo o no encontraré la paz.Vale, vale, reconozco que al principio esto de saber que nos espían me hizo cero gracia, pero cuanto más lo pienso, más ventajas le veo al hecho de tener un Gran Hermano vigilando mis pasos…

Empecemos por lo más básico: un tipo que se sabe tus claves de todas tus cuentas. Pensadlo, normalmente una lo hace mal y pone la misma clave en el banco, en todos los perfiles de todas las redes sociales en los que una pierde el tiempo, en el Deezer, el Netflix, el cable, Amazon, en todo… pero luego periódicamente sale un aviso que te dice que esa clave tipo «1234ynometoquesmáslasnarices» es más fácil de descubrir que la edad verdadera de Marujita Díaz, así que te obligas a hacerlo bien, te pones una clave más pensada con la que obtienes el aprobado, pero que olvidas a los 10 minutos… ¿qué cosa mejor que tener alguien que te las recuerde sin ningún tipo de problema?! Yo es que me lo imagino, oye, espía querido, que se me olvidó la clave del Messenger, y el tipo, ya te vale, es la quinta vez en este mes… y ya que estamos, se te está acabando la batería del iPhone, y supongo no te acordaste de llevarte el cargador, mira que te lo tengo dicho, que con el nuevo IOS la batería no nos dura nada…

Pero eso no sería más que el inicio, conforme nuestra relación avanzara, el tipo se preocuparía por mí, muy en su papel Gran Hermano, me lo imagino perfectamente, tercer día mirando el teléfono atacada porque el chico de la cita del sábado con el que pasaste tan bien, inexplicablemente, sigue sin llamar, y aquí tu espía interviene y te manda un mensajito cariñoso, tía, no te rayes, no te va a llamar, hazme caso, ni siquiera se tomó el trabajo de meter tu número en contactos predeterminados… y mira, si lo piensas, en realidad nunca te llamó, a lo máximo un sms, qué va, ni eso, un whatsapp, se esperaba a tener wifi para escribirte para no gastarse el dinero del sms, un tacaño, y un desconsiderado… pasa de él. Reconocedlo, chicas, un espía de la NSA que controle nuestros teléfonos, es el sueño de cualquier treinteañera soltera urbana de hoy que se precie.

Pero es que además tengo super claro que al cabo de un tiempo yo tendría a mi espía en el bote, y conmigo se animaría a hacer travesuras… lo estoy viendo, yo enganchada en una llamada a un servicio de atención al cliente, empezando a sufrir temblores convulsos tras escuchar las notas del «Para Elisa» durante 40 minutos, y entonces un susurro, pst, soy yo… no puedo más de esperar, de verdad necesitas que te arreglen el cable de la tele, no lo puedes arreglar tú sola? si quieres te ayudo… bueno, bueno, ya sé que la última vez lo fastidié aún más, seguimos esperando con la musiquita… pst, oye, qué aburrimiento de esperar, acabo de llamar a un colega y me he enterado, esta operadora no se llama Maria Rosa, se llama Enriqueta, y tiene un mosqueo de narices porque le ha estado curioseando el teléfono al novio y ha descubierto que se intercambia mensajitos guarros con una compañera del trabajo, quizá por eso está siendo tan borde y no termina de arreglarte la avería…

Y luego pensad en las conversaciones de café tan buenas que podríamos tener todos en el trabajo… caray, qué nochecita que me ha dado el espía, ¿soy la única a la que le ha tocado uno que habla en sueños? No te quejes, el mío está con insomnio porque a la hija le han vuelto a catear las matemáticas, yo me ofrecí a darle clases particulares, pero siempre me catearon en mates…

Al fin y al cabo, ¿quién necesita intimidad cuando puedes tener tanta calidad espiritual de vida a cambio? Espía de la NSA que me escuchas y lees… manifiestate, porfa… lo pasaríamos tan tan bien…

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